¿Qué cubre el seguro del coche?

Para desplazarse con un vehículo es necesario contar con el seguro obligatorio del coche. Este cubre la responsabilidad civil del conductor, es decir, los daños que como piloto puedas ocasionar a otros vehículos o personas de manera involuntaria. Se trata de un seguro obligatorio, pues incluye las coberturas básicas que la ley exige para conducir. 

Cuando un usuario compra un coche, es probable que destine varias horas para dar con el seguro adecuado. Aunque esto variará de factores como las necesidades del coche, la antigüedad del mismo o el precio, el más común es el seguro a terceros. Está regulado por el artículo 3 del Real Decreto Legislativo 6/2004 de la Ley sobre la Responsabilidad Civil y Seguro de la Circulación de Vehículos de Motor.

Ralarsa, sinónimo de calidad

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Taller de lunas con sello sostenible

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    Uno de los pilares más importantes de nuestra red de talleres Ralarsa es apostar por los mejores productos y servicios sin perder de vista la sostenibilidad que nos caracteriza.

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Taller de lunas Ralarsa, recomendado por los seguros

¿Por qué confiar en Ralarsa?

Nuestra extensa red de centros en activo a lo largo del territorio nacional hace que la experiencia sume a nuestras espaldas. Tanto es así que gran parte del porcentaje de clientes radica en las compañías de seguros, siendo los servicios Ralarsa altamente recomendados por las principales y más importantes compañías aseguradoras de España. Y es que somos especialistas en Cristalerías de Automóvil certificada por el Centro Zaragoza. 

Asimismo contamos con la plataforma RLS para agentes. Se trata de una plataforma online cuyo objetivo es facilitar la tramitación de siniestros en pocos clics. A través de esta, el usuario podrá seguir en tiempo real los servicios contratados y recibir los avisos de una forma personalizada. Con ello se pretende mejorar la experiencia del individuo.

Seguro a terceros: ¿qué cubre y qué no?

Se trata del seguro más básico, y por ende más económico y elemental que un propietario de un vehículo puede contratar. Sin embargo, también es el que menos puntos contempla en su abanico de coberturas. Así pues, con una modalidad de seguro a terceros, la compañía aseguradora se hará cargo de los daños materiales y personales que el mismo usuario haya podido causar a terceras personas. 

En resumidas cuentas, un seguro a terceros incluye: daños materiales causados en otro turismo y otros conductores implicados en el accidente; daños personales causados a los ocupantes de, otro u otros coches; daños ocasionados a tus propios acompañantes del vehículo; daños ocasionados a peatones. Esto se traduce en Responsabilidad Civil, asistencia en carretera, defensa jurídica o indemnizaciones, si bien dependiendo de la aseguradora existen matices. 

Respecto a tu propio vehículo, el seguro a terceros o seguro obligatorio por ley no incluye ningún daño personal que tú, como conductor, hayas sufrido. Y lo mismo con los daños materiales en tu turismo. Sin embargo, suele ser habitual llevar a cabo una ampliación de las coberturas. De esta forma, se pueden pactar otros aspectos con la compañía aseguradora en cuestión para que se incluyan otras coberturas “extras”. Los ejemplos más comunes en estos casos son el robo del coche, daños causados por un incendio o la rotura de cristales que implique reparar cristal rayado o cambiar luna delantera.

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