El otoño ya está aquí y con él llegan cambios en las temperaturas: clima fresco y húmedo, caída de las hojas… Lo que puede suponer algún que otro desafío para tu vehículo. Si bien es imprescindible velar por un excelente estado de todos los aspectos del coche siempre, cada estación puede presentar matices.
Por ello y como taller de cristales para automóviles, desde Autocristal Ralarsa part of Cary Group, te traemos este artículo. Conoce cuáles son los puntos a tener en cuenta durante las próximas semanas y no dudes en contactar con nosotros ante cualquier duda o pregunta, ya sea sobre la reparación de cristales o sobre otros servicios como el tratamiento antilluvia. ¡Te esperamos pronto!
Sistema de refrigeración, batería y neumáticos
Durante el otoño, aunque las temperaturas bajan, en ocasiones son algo ‘irregulares’. De ahí que, cuando los grados bajan inesperada y considerablemente, se pueda dar la congelación del líquido refrigerante. Esto podría desembocar en daños graves, por lo que es imprescindible verificar los niveles de refrigerante y la concentración del mismo para evitar inconvenientes de riesgo y apostar por un funcionamiento eficiente.
Las bajas temperaturas, una vez más, pueden ser las causantes de un rendimiento inadecuado de la batería de tu vehículo. Los síntomas más comunes y evidentes suelen ser problemas eléctricos o que el coche tarde más en arrancar. La batería puede estar débil y necesitar revisión.
Los neumáticos tampoco se deben descuidar. Durante el otoño las carreteras pueden estar algo más resbaladizas y causar un desgaste desigual en las ruedas. Con ello se pueden ver afectadas tanto la tracción como la estabilidad del vehículo. En este escenario, es esencial corregirlo a tiempo. La presión de los neumáticos, a su vez, puede incidir en la presión interna de los mismos, la cual debe ser ajustada correcta y regularmente.
Lunas de coche: qué tener en cuenta
Sabemos que los cristales de un vehículo, especialmente cuando se trata del parabrisas, son fundamentales en la visión del conductor para avistar todos los obstáculos existentes en la calzada. Sin embargo, el período otoñal puede también alterar su cometido. ¿Cómo? ¿Por qué?
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La humedad comporta parabrisas empañados, lo que complica la visión durante la conducción. Los sistemas de empañado pueden ser de ayuda, pero lo más recomendable es, de base, evitar que esto suceda. Para ello, como taller de cristales para automóviles, te recomendamos apostar por un tratamiento antilluvia. Su finalidad no es otra que procurar que las gotas de agua y los copos de nieve resbalen por dichas lunas de coche, impidiendo que se adhieran al vidrio y dificulten la visión.
La caída de hojas y ramas es uno de los atractivos más mágicos de esta época. No obstante, cuando hablamos de desplazamientos en carretera, estos elementos pueden suponer peligros para las lunas del coche. Tanto las hojas como las ramas pueden ocultar pequeñas piedras que, al impactar o ser arrastradas por el viento, pueden originar arañados o grietas. Con tal de evitar tener que recurrir a la reparación de cristales, las lunas deben ser revisadas con frecuencia.
A raíz de ello, las escobillas del limpiaparabrisas también pueden desgastarse. Por ello es esencial revisarlas y, si ves que no están como deberían, han de reemplazarse. Unas escobillas en óptimo estado son el ‘filtro’ principal ante la lluvia y la suciedad en la vía.
Por último, rescatamos de nuevo las temperaturas del otoño y sus posibles cambios bruscos. Supongamos que por la mañana hace un fresco considerable, pero por el mediodía y la tarde las temperaturas suben. Este cambio suele generar tensiones en los cristales, lo que probablemente terminará por originar grietas. Asegurarse de realizar reparación de cristales con previsión es fundamental.
Y hasta aquí las recomendaciones para estos meses, de la mano de Autocristal Ralarsa, taller de cristales para automóviles con más de 270 talleres repartidos por España. Consulta con nuestros agentes tus dudas y apuesta por una conducción libre de sorpresas desagradables.
